Paisaje urbano recargado. La ciudad es un entorno muy heterogéneo, lleno de elementos con diferentes formas, colores, texturas y olores. No los percibimos conscientemente, pero a través de ellos somos capaces de identificar un entorno urbano. Este proyecto fotográfico (2019) toma como punto de partida el microcosmos de un paisaje urbano concreto de Barcelona: el cruce de las calles Girona y Consell de Cent. La idea es invitar al habitante de la ciudad a detenerse, mirar, observar y disfrutar de todos los elementos de su entorno: para descubrir nuevos mundos dentro de su paisaje urbano. A primera vista, todos los cruces de chaflán del barrio del Eixample parecen similares, pero si nos fijamos y observamos con atención, descubriremos elementos que no se repiten en ningún otro lugar de la ciudad, y que, por tanto, son únicos y característicos. Y cuando volvemos a componer todos estos elementos, surge una ciudad visualmente más rica. El proyecto invita al espectador a redescubrir su entorno a través de una mirada más atenta y, en definitiva, a mirar la ciudad con otros ojos.